Por qué tomar zinc y probióticos podría beneficiar la salud inmunitaria
Cuando se trata de reforzar su sistema inmunitario, es posible que el primer nutriente que se le venga a la mente sea la vitamina C, que a menudo es promocionada como un defensor natural frente a los resfriados comunes y otras enfermedades. ¿Pero sabía que el zinc también es un nutriente esencial para fomentar la defensa inmunitaria saludable, además de una digestión saludable y más?
Cuando se combina con los probióticos, que son los “chicos buenos” o las bacterias “amigables" que habitan en el microbioma de su intestino y ayudan a arrinconar a los microbios dañinos, el zinc es especialmente capaz de promover la habilidad de su organismo de absorber nutrientes esenciales y defenderse de los agentes patógenos.
A continuación, examinaremos más detenidamente los alimentos en su dieta que pueden brindarle el zinc esencial, además de cómo la relación entre el zinc y los probióticos puede promover la salud general.
¿Obtiene una cantidad adecuada de zinc en su dieta?
El zinc es el segundo mineral más abundante en el cuerpo humano, solo por detrás del hierro, y participa en cientos de procesos corporales cada día, especialmente en las funciones enzimáticas.
¿Qué alimentos le brindan zinc?
Usted encontrará zinc en alimentos como la carne roja (p. ej., de res), las vísceras (p. ej., el hígado), las aves de corral, los productos lácteos, los huevos, la quinua, los garbanzos, las lentejas, las semillas de cáñamo, las semillas de calabaza, los anacardos, las almendras, y en algunos alimentos fortificados como panes y cereales.
Si busca potenciar su rutina de bienestar inmunológico, centrarse en los alimentos mencionados anteriormente puede ayudarle a cubrir sus necesidades de zinc. Sin embargo, para algunas personas, elegir tomar un suplemento de zinc también es una opción acertada, ya que ofrece un refuerzo adicional para su sistema inmunitario, intestino, cerebro, entre otros.
Los bajos niveles de zinc pueden presentarse cuando alguien no consume suficientes alimentos que contengan este mineral, o si tienen problemas para absorberlo y usarlo debido a la edad avanzada o a una salud intestinal deficiente.
Si consume una dieta restrictiva que elimina ciertos grupos de alimentos (p. ej., si es vegano o vegetariano y evita consumir carne, huevos y pescado), entonces el uso de suplementos puede ayudarle a cubrir sus necesidades de zinc. También puede consultar con su profesional de la salud sobre si usar suplementos es una buena opción para usted en caso de que tenga problemas para absorber minerales por otros motivos, o si está embarazada.
De qué manera el zinc y los probióticos refuerzan la salud inmunitaria
Los probióticos son microorganismos vivos que tienen roles entre los que están el fomentar la absorción de nutrientes y mantener la salud del intestino. Si bien tanto el zinc como los probióticos refuerzan por sí mismos su sistema inmunitario y promueven la digestión saludable, cuando se combinan son aún más potentes.
La combinación de zinc y probióticos ofrece los siguientes beneficios:
- Mantiene las defensas inmunológicas saludables y promueve la activación del sistema inmunitario.
- Mantiene la microflora normal en el intestino, la función intestinal saludable en general y la integridad del revestimiento gastrointestinal.
- Fomenta las respuestas inmunitarias saludables de la mucosa respiratoria.
- Promueve la digestión normal, incluyendo una reducción en los problemas como el estreñimiento y los gases ocasionales.
Si por lo general a su dieta le falta alimentos ricos en zinc, entonces agregar un suplemento a su rutina puede ser una buena manera de compensar las carencias y asegurarse de mantener niveles normales de este mineral.
Para obtener los mejores resultados, elija un suplemento de zinc de alta calidad, por ejemplo, uno que incluya zinc activado por enzimas para que facilite la absorción.
El zinc "activado por enzimas" se distingue del zinc elemental o del zinc aminoquelado por el lugar en el que se enlaza a otros componentes. Cuando el zinc se activa, se considera que está "listo para el cuerpo" y que puede ser reconocido por este, lo que hace que sea más fácil utilizarlo.
Los suplementos de zinc por lo general vienen en presentación de cápsula, y se toman una vez por día con o sin alimentos. Cuando se combina con probióticos, por lo general la mejor opción es tomar el zinc con el estómago vacío, como por ejemplo 30 minutos antes de una comida. Esto evita que los niveles de ácido gástrico aumenten, lo que puede hacer que sea más difícil absorber los probióticos de forma apropiada.
Otros beneficios para la salud del zinc
Además de fortalecer sus defensas inmunitarias y promover la digestión saludable, el zinc también tiene un impacto positivo sobre muchos otros sistemas en el cuerpo.
Por ejemplo, este desempeña un rol en su cuerpo produciendo colágeno, el cual es una proteína estructural que usted puede imaginar como la "goma" que mantiene el cuerpo junto ya que forma tejidos conectivos y cartílago.
Como mineral esencial que todos los seres humanos necesitan, estos son algunos roles importantes que por lo general desempeña el zinc:
- Hace que sea más fácil para el hígado movilizar y liberar la vitamina A hacia el torrente sanguíneo.
- Promueve la síntesis de ADN y la división celular.
- Mantiene normales las funciones macrófagas, las reacciones inflamatorias, el desarrollo de las células inmunitarias y la actividad de las células asesinas naturales.
- Forma y repara tejidos conectivos, incluyendo la piel.
- Tiene efectos antioxidantes y combate el estrés oxidativo.
- Promueve la fertilidad, el crecimiento y desarrollo normal durante el embarazo, y el desarrollo de los recién nacidos.
Para obtener los máximos beneficios al tomar un suplemento de zinc y probióticos, enfóquese en consumir una dieta generalmente saludable que incluya una variedad de alimentos antiinflamatorios.
El zinc trabaja con otros minerales en el cuerpo, así que tendrá los efectos más potentes cuando su dieta incluya una serie de alimentos ricos en nutrientes, como vegetales frescos, nueces, semillas, carnes de pasto y grasas saludables. Y al consumir alimentos fermentados y ricos en fibra, como vegetales en conserva, bayas, yogur, semillas y granos enteros, ayudará a que los probióticos se multipliquen en su intestino.
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